Esta historia me la ha traído el conejo de Mónica. Aquí, a los pies me la ha puesto.
Le he dicho que era muy larga y muy loca, que se la llevara por el mismo sitio de donde la había traído... pero no le ha dado la gana. Pido disculpas :))
Imagen: https://ar.pinterest.com/pin/6122149484873309/
LA TRAMPA DEL RELOJ
“Sólo le dan de vida hasta los siete años”. Escuché que le decía mi padre a mi madre cuando era yo pequeña y sólo tenía cuatro. No saben que yo lo oí. Y ahora tengo siete años menos un día. Y mucho miedo; estoy deseando encontrarme con un reloj capaz de frenar el tiempo.
Salgo, a ver
si por casualidad encuentro algo (¡oh, sí!, por favor, por favor...). Dice mi padre que la fe mueve montañas; es decir, que puedes conseguir lo que quieras.
Las palomas
hoy no me piden pan. Una allí se ha acomodado sobre una trampilla de hierro.
Vaya un lugar extravagante se ha buscado... Debe de ser que no tiene un nido
para empollar… Voy a ver.
Qué raro.
Esta trampilla tiene forma y agujas de reloj. La levanto. Se oye lluvia allá
abajo. No voy a entrar. Da yuyu... Mañana moriré. ¿Y por qué no pasas, so tonta?
No hay nada que perder.
Vale. Qué
fácil es abrirla…
Bajo
siguiendo una escalera oxidada, vertical. Miro hacia arriba y me veo a mí misma
duplicada asomada a la trampilla, mirándome. ¡Qué susto! Pero parece una foto;
no se mueve... Es muy raro...
Todo está
oscuro, me gusta el sonido de la lluvia, me reconforta. Mañana moriré. Voy a
seguir.
Ahora el
agujero se hace ancho. Hay una gran habitación. Mamá está ahí… ¡conmigo!, ¡yo
soy el bebé! Me da el pecho. Tiro del pelo de mi madre con fuerza. A lo mejor
creo que es un telón…
Sí. Lo era.
Porque ahora todo ha cambiado. Parece una película de mí misma… ¡Es divertido!
Soy muy anciana; sé que soy yo; me siento. Vuelvo a estar enferma. Un hombre me
besa en las manos. Llora. Es mi hijo. Se llama Chopin. Me gusta la casa en la
que me encuentro, llena de velas. Qué felicidad… En todo hay ternura, y música.
La anciana me ha visto; yo le digo que no descorra la cortina, porque saldrá
otra escena.
Hasta luego,
bajaré más escaleras…
No tengo miedo. Me encanta ir hacia atrás. Se
abren más y más habitaciones según bajo. Algunas no me gustan nada, como esa
donde me decapitan... Sigo… He llegado a la cueva en la que me encanta pintar
bisontes. Qué vergüenza... no llevo ropa. Quedan diez minutos para que sea
mañana. ¿Se va a morir aquella de la fotografía? Yo me quedo por aquí,
explorando… Miro para abajo, y la escalera no parece acabar nunca… Me gusto de
australopiteca; y también de canguro, culebra, cucaracha, cactus, cobre, CO2...
Ya es el día
siguiente según mi reloj de pulsera. Debería estar muerta, pero en el pasado
estoy a salvo. Aquí hay una ventana que antes no estaba. ¡Agh...! tiene una
cagada fresca de pájaro en el cristal... A través de ella veo a una niña (¡Yo,
que acabo de cumplir 7 años! ¡Y no me he muerto! Era un error... Los médicos no
lo saben todo...) Estoy buscando la trampilla que vi el día anterior. No la
encuentro. No hay rejilla con forma de reloj, ni paloma acostada, ni nada.
Llega por detrás mi madre. Me abraza y me besa alegre, y sigue conmigo por el
paseo. Ahora van a casa de la abuela… Oigo lluvia, lluvia bonita allá arriba...
Y no se ve
nada más…
Quiero
volver al futuro.
Cuánto he
bajado... Y la escalera sigue y sigue hacia el infinito... Miro hacia arriba. Está
muy oscuro; la trampilla de arriba se ha cerrado, cerrado… ¿Cerrado?
Era un reloj
trampa...
Oigo lluvia,
mucha. Qué miedo. Quiero ir al futuro, por favor, por favor... (dice mi padre que la fe mueve montañas.)
Antes que nada, me alegra que retomaras tu actividad jueveras, Volarela, siempre sorprende tu mágico mundo de poesía y ensueño. Esa trampa de reloj que has armado a modo de mundo de Alicia en el país de las maravillas volviendo hacia atrás y hacia adelante el tiempo es muy creativo. Te agradezco por sumarte
ResponderEliminarGracias, Mónica. Con anfitrionas tan encantadoras, créeme que no es nada fácil faltar... Es... ya sabes, la trampa del tiempo...
EliminarUn beso bien grande, y de nuevo gracias por tu gran labor
Ese reloj si que tenía trampa, la de no regresar al futuro sino al presente , aunque bien dicho el presente pasa al pasado en un plis plas, y el futuro dura poco . Relato donde esa bajada de escaleras es un tanto peligrosa. Un fuerte abrazo y muy feliz jueves.
ResponderEliminarQuién habrá puesto ese reloj ahí...
EliminarAbrazo bien fuerte, Campirela!
Angustiante. Me pongo en la piel de esa niña que oyó quien sabe que, porque también pudo haberlo interpretado a su manera, y siento toda su angustia. Pero el reloj es tramposo y el padre un hombre de fe, por suerte. Besos
ResponderEliminarLos niños lo interpretan todo literalmente, incluso la fe.
EliminarBesos
Ese reloj merece ser desmontado, qué mal rato le ha hecho pasar a la niña, ¡ y a mi, también ! uffff
ResponderEliminarBesos y enhorabuena por tu estupenda imaginación...
Yo, cuando pasé ya no estaba... ¿Lo has quitado tú?
EliminarAnónima/o ¡muchas gracias!
Besos
Que angustia!! Me he puesto en el lugar de esa niña que seguirá viviendo pero que ya no será ella ¿O si? Es un relato buenísimo. Besos
ResponderEliminarMi niña se hace la misma pregunta que tú... La paradoja de los desdoblamientos da mucho juego... ¡Gracias, Molí!.
EliminarMuchos besos
me quede atrapado en el tiempo, entre super bien, pero no supe como salir. que se supone que haga.?
ResponderEliminar¿Me lo dices a mí que también estoy atrapada?
EliminarYo creo que el tiempo como dijo alguien por ahí es una ilusion.... yo llevo varias ilusiones en el cuerpo. jajajaj
ResponderEliminar... que también es otra ilusión... :))
EliminarBesos alegres!
El tiempo es una trampa que nos pone la vida y hay que estar pendiente hasta que llegue el final y caer en ella lo más limpiamente posible.
ResponderEliminarLimpiamente, como siempre caen los gatos...
EliminarEl tiempo es la mayor trampa que existe porque nos la creemos.
Besitos :))
Me encantó una genial y fascinante historia que creo que da para mucho más, me imaginé así como Alicia en el país de las maravillas, pero jugando o traspasando el tiempo
ResponderEliminarA ver si su fe la saca de allí como la hizo entrar... O eso espero. Lo malo es que vamos de trampa en trampa.
EliminarMuchas gracias, María. Un placer tenerte.
Besotes sin trampa :))
se quedo atrapada en su afan por engañar al tiempo. resulto que el tiempo no habia terminado. ahora puede ser exploradora de tdo su pasado, otras vidas incluidas, y espectadora de su futuro. Hay mucho pasao por explorar, mas que futuro. H e ido a buscar quien erala madre de chopin, una pianista, pero solo me ha aclarado una parte de su futuro. la analogia de la tapa de alcantarilla con el reloj de la foto me parece otra maravilla.
ResponderEliminarbesosss Maite
EliminarPuse un personaje conocido, Chopin, sólo para que se viera claramente su viaje a sus vidas pasadas, pero por la rapidez ni busqué quién fue. Resulta que sí, existió y fue pianista... Me viene bien. Gracias por el dato.
Cuando vi la imagen del reloj es como si hubiera sido hecha para mi cuento; me alegra que te haya gustado.
Muchas gracias la lectura
Besossss
Anoche te dejé un comentario, te decía que habría que actualizar aquella frase de ''no camines hacia la luz'' por la de ''no bajes la escalera'', tratando de engañar al tiempo se quedó atrapada, no sé, quizás sea su oportunidad de aventurarse y descubrir infinitud de caminos y siendo niña, absorber y aprender de todo, lo principal, no tratar de engañar al tiempo.
ResponderEliminarAy, pero el miedo a morir suele ser más fuerte... Gracias por pasar, Verónica
Eliminarsi se quiere, se puede, menos para el tiempo. El ingrediente único que reina en el universo, poseer el tiempo, modificarle movernos para atrás para adelante es un eterno sueño de todo humano, implica la eterna juventud la rectificación de los errores Un abrazo
ResponderEliminarQuizá algun día se logre.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez quedó atrapada porque aún tiene que seguir con ese viaje temporal de descubrimiento.
ResponderEliminarQue creativo quedó. Un abrazo.
Quizá todo tiene un sentido en la vida... Gracias, compañero.
EliminarUn abrazo
Engañar al tiempo es complicado cuando somos parte de él.
ResponderEliminarUn texto que puede evocar a Alicia pero que lo has personificado de tal manera que es una amalgama de creatividad, desdoblamiento y atemporalidad.
Un beso.
Me gusta mucho tu síntesis. Gracias, Mag.
EliminarUn abrazi ☺